Se confirma que el nitrato puede causar la disolución del uranio en las aguas subterraneas

¿Sabías que el nitrato puede ayudar a transportar el uranio natural desde el subsuelo hasta las aguas subterráneas? Así lo confirma una nueva investigación respaldada en un estudio de 2015 dirigido por Karrie Weber de la Universidad de Nebraska-Lincoln.

Según el artículo Study confirms nitrate can release uranium into groundwater”publicado en WaterWorld en marzo de 2023, se demuestra que los acuíferos contaminados con altos niveles de nitrato (como el acuífero de High Plains que reside debajo de Nebraska), también contienen concentraciones de uranio que superan con creces el umbral establecido por la EPA (Agencia de Protección Ambiental) de EE. UU.

Por si no lo sabías, las concentraciones de uranio por encima del umbral de la EPA pueden causar daño renal en humanos, especialmente cuando se consumen regularmente a través del agua potable, de ahí la importancia del estudio.

Para probar la hipótesis Weber y su equipo extrajeron dos núcleos cilíndricos de sedimento, cada uno de aproximadamente 51 milímetros de ancho y 18,28 metros de profundidad, de una zona acuífera en Nebraska. Esa zona no sólo contiene trazas naturales de uranio, sino que también permite que el agua subterránea fluya hacia el río adyacente. 

Weber quería crear ese flujo en las muestras de sedimento, luego determinar si al agregar un poco de nitrato al agua aumentaría la cantidad de uranio o no. Por ello, preservando las condiciones naturales eliminaron segmentos que consistían en arena y limo que contenían niveles relativamente altos de uranio.

A continuación, se llenaron una gran cantidad de columnas con ese sedimento antes de bombear agua subterránea simulada a través de ellas. En algunos casos, ese agua no contenía nada extra, en otros se agregó nitrato y finalmente, en la última tanda, se agregó nitrato pero también un inhibidor diseñado para detener la actividad bioquímica de los microorganismos que viven en el sedimento.

El agua que contenía nitrato, pero carecía del inhibidor microbiano, logró llevarse aproximadamente el 85 % del uranio, en comparación con sólo el 55 % cuando el agua carecía de nitrato y el 60 % cuando contenía nitrato pero también el inhibidor. Estos resultados implican tanto al nitrato como a los microbios en una mayor movilización del uranio.

Otra de las hipótesis que apoyaron defendía que una serie de eventos bioquímicos, iniciados por los microbios, transformaba el uranio sólido de tal manera que podría disolverse fácilmente en agua. En resumen, su teoría constaba en que las bacterias que viven en el sedimento donan electrones al nitrato, catalizando su transformación en un compuesto llamado nitrito, encargado de oxidar el uranio y  convertirlo finalmente, de un mineral sólido a uno acuoso.

Eso sí, tanto la investigación anterior como algunos estudios futuros de Weber sugieren que el nitrato moviliza el uranio sólo cuando el compuesto se acerca a su propio umbral de EPA de 10 ppm